Igual que una cámara fotográfica convencional, el ojo tiene ópticas en la parte delantera (equivalente a la córnea y el cristalino del ojo) y una película que captura la luz en la parte posterior llamada retina.
Si la córnea (poder de enfoque) es demasiado fuerte o el ojo es demasiado largo, la imagen no se enfocará justo al nivel de la retina, sino por delante. Este inconveniente de visión, opuesto a la hipermetropía, se denomina miopía y puede corregirse mediante la colocación de una lente de potencia negativa en la parte frontal del ojo y así reducir la potencia total a 0 para corrigir el desenfoque, colocando la imagen justo en la retina.
Con este problema visual los objetos cercanos pueden verse claramente, pero los lejanos se ven borrosos. La miopía generalmente se desarrolla a temprana edad y suele estabilizarse hacia los 21 años.
Los síntomas más comunes incluyen:
• Visión borrosa de los objetos distantes.
• Estrabismo (bizqueo)
• Dolor de Cabeza.
• Tensión ocular.
La corrección de la miopía puede hacerse utilizando anteojos aéreos, lentes de contacto o por medio de una rápida cirugía láser que modifica la córnea o una alternativa que incorpora una lente intraocular.